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lunes, 6 de agosto de 2012

¡JOVEN ARRIÉSGATE! HAY UN LUGAR PARA TI ENTRE NOSOTRAS

INSTITUTO HIJAS DE LOS SAGRADOS CORAZONES DE JESÚS Y DE MARÍA

 ¿QUIENES SOMOS?
Somos un Instituto Religioso de Derecho Pontificio, de votos públicos, simples, personales y contemplativo en la acción apostólica. Vivimos en comunidad para realizar una misión: la evangelización de los pobres, prioritariamente los enfermos de lepra, los niños y los jóvenes, con una espiritualidad propia Salesiana Victimal que nos identifica en la Iglesia. El Instituto busca ser signo e instrumento de realización del Reino de Dios que es amor, justicia, paz y liberación.
Somos consagradas que participando del misterio de Cristo estamos llamadas a prolongarlo con nuestro Carisma específico salesiano victimal.
Somos Consagradas, por tanto mujeres de oración, de una oración nueva y renovada de imitación evangélica de Cristo.
Somos apóstoles, es decir, misioneras, enviadas por doquier según el espíritu del Instituto a cumplir la misión de “revelar al mundo el sentido cristiano del dolor”.
¿POR QUIÉN FUIMOS FUNDADAS?

 

Por el Beato Padre Luis Variara Bussa Salesiano de Don Bosco. Fundó el Instituto en Agua de Dios Colombia.
Datos Bibliográficos: 
Nace en Viarigi, Italia, el 15 de Enero de 1875.
Realizó sus estudios en el Colegio San Juan Bosco de Turín (Italia) Viajó como misionero a Colombia al lazareto de Agua de Dios y fundó allí el Instituto de las Hijas de los SS.CC el 7 de Mayo de 1905.



¿PARA QUÉ NOS CONSAGRAMOS?

Para anunciar a Cristo con un Carisma propio dentro de la Iglesia.
"SALESIANO VICTIMAL"


¿A QUÉ NOS DEDICAMOS?

A Evangelizar en: Parroquias, Colegios, Escuelas, Talleres y en Misión Ad Gentes con niños, jóvenes y enfermos.


¿DÓNDE ESTAMOS?

Por misericordia de Dios nuestro Instituto ha logrado extenderse en 12 paises, estos son: Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela, República Dominicana, Bolivia, Brasil, Camerún, Guinea Ecuatorial, España, Italia y Mexico.

PROCESO FORMATIVO

Acompañamiento Vocacional o Pre-Aspirantado:
La propuesta de la vida consagrada a las jóvenes, exige previamente la opción por Jesucristo. El proceso vocacional es orientado por la Hija de los Sagrados Corazones, quien conociendo la realidad juvenil ofrece la riqueza del Carisma Salesiano Victimal y acompaña a las jóvenes personal y grupalmente hasta llegar a su opción.
Durante este tiempo acompañamos a las jóvenes en el proceso de discernimiento, para descubrir y asumir el proyecto vocacional que Dios traza en ellas.
La invitación de Jesús: “Venid y lo veréis” (Jn 1,39), sigue siendo hoy la regla de oro de la pastoral vocacional. Con ella se pretende presentar, a ejemplo del Fundador, el atractivo de la persona del Señor Jesús y la belleza de la entrega total de sí misma a la causa del Evangelio.

Aspirantado:
Es un tiempo en el que la joven inicia su proceso de conocimiento del Instituto, el cual le ofrece un ambiente propicio que favorece su crecimiento personal y le permite verificar su idoneidad para el ingreso al Postulantado.
La finalidad del Aspirantado es ofrecer a la joven una formación personalizada que la prepare a una auténtica asimilación de los valores del Evangelio en la vocación religiosa. Dicho acompañamiento es un aprendizaje en comunidad, que posibilita el conocerse y darse a conocer en orden a un mejor discernimiento vocacional, adaptado a las diversas circunstancias de lugar y cultura de la joven.
El Aspirantado es el período donde la joven clarifica su opción vocacional mediante una adecuada orientación y acompañamiento, acorde a los planes y programas requeridos a la luz del Carisma Salesiano Victimal. El Instituto ofrece un ambiente propicio que favorece el crecimiento personal de la joven y a su vez, facilita y verifica su idoneidad.
La duración del Aspirantado es normalmente de un año.






Postulantado:
El postulantado es una etapa de preparación al Noviciado, en el que la candidata conoce los valores y responsabilidades que le plantea su ingreso al Instituto en cuanto al contenido de las Constituciones, las opciones y renuncias que esto implica; profundiza el don de su vocación, analiza sus propias intenciones, sus aptitudes, limitaciones y posibilidades.
En esta etapa continúa su proceso de maduración afectiva y cristiana, de acuerdo a su nuevo proyecto de vida.
La duración de esta etapa es ordinariamente de un año.





Noviciado:
Con esta etapa comienza la Vida Religiosa en el Instituto. Tiene como fin iniciar a la joven en la comprensión práctica de este estilo de vida y la fundamentación doctrinal y ascética del seguimiento de Jesucristo en el Carisma Salesiano Victimal.
Esta etapa permite a la joven Novicia un encuentro sereno y profundo consigo misma, con las Hermanas y con Dios, en la oración, el estudio y la práctica de las virtudes propias de nuestro espíritu, en la vida comunitaria y en la acción apostólica.
El noviciado es un período privilegiado de formación en el que la joven experimenta el estilo de vida que el Instituto le ofrece a través de una fuerte experiencia de Dios, integración comunitaria, capacidad obediencial, participación en la misión para conformar la mente y el corazón con el espíritu del Instituto.
En esta etapa la novicia debe profundizar sus motivaciones vocacionales, verificar su idoneidad y asumir con fe y libertad el proyecto del Instituto, para llegar a la primera Profesión.
El Instituto le proporciona los medios indispensables para que la joven realice su discernimiento de forma acertada. La duración del Noviciado es de dos años.
 




Juniorado:
El Juniorado es un período de maduración de la formación recibida. Se trata de recoger los frutos de las etapas anteriores y de continuar su crecimiento humano, espiritual y apostólico en la práctica de los compromisos adquiridos en la Profesión Religiosa.
Esta etapa ofrece un acompañamiento personalizado para armonizar los estudios profesionales con la vida y las experiencias apostólicas en la Comunidad Local donde se encuentre la Juniora.
Esta etapa de Formación por ser continuidad tiene como fin, que la Hija de los Sagrados Corazones consolide su opción vocacional con miras a su entrega definitiva en la Profesión Perpetua.
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Juniorado Sistemático:
El Juniorado Sistemático es un período de preparación más intensa que excluye algunas ocupaciones habituales, para dar espacio a un tiempo fuerte de renovada experiencia de Dios y para una síntesis personalizada que canalice y oriente de modo armónico, todas las energías de la joven religiosa, hacia el seguimiento de Jesús.
Este período formativo tiene como objetivo evaluar los primeros años de vida religiosa interiorizando y viviendo los valores del Carisma Salesiano Victimal y el Singular Proyecto de vida comunitaria preparándose en la fe y la confianza en Dios, con gratitud y generosidad, a la entrega definitiva a Dios.










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Formación Permanente:
La formación, como proceso permanente que compromete toda nuestra vida, presenta después de la Profesión Perpetua nuevas características, para responder al sucesivo desarrollo de la personalidad y su adaptación a los cambios históricos y a las exigencias que trae la inserción en los diversos medios culturales.
Este proceso formativo supone constante actitud de renovación; capacidad de aprender de la experiencia vivida; de aceptar mentalidades diferentes y de asumir nuevos valores que nos permitan encarnar los compromisos religiosos; de revitalizar nuestra vocación y mantener siempre claro y coherente el testimonio de nuestro carisma y la inserción en la pastoral eclesial.
La vida consagrada, en su continuo crecimiento, es de por si una prueba elocuente de constante presencia del Señor, la cual da un renovado impulso a los consagrados a vivir con gozo y entusiasmo el amor primero, enraizados plenamente en el Señor Jesús, centro de la vida de cada cristiano y única exclusividad de cada religiosa.
La Formación Inicial, prepara para la consagración, pero es en la Formación Permanente donde se fortalecen las actitudes profundas que manifiestan la plena pertenencia a Dios. Se trata de un itinerario de progresiva asimilación de los sentimientos de Cristo hacia el Padre, en la vivencia del Carisma salesiano Victimal. En la medida en que cada Hermana, dócil al Espíritu Santo está atenta a discernir y a valorar cada ocasión de maduración vocacional, se cosecharán frutos de crecimiento renovado.








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